La mayoría de los días, cuando voy circulando con mi automóvil de camino al trabajo, me quedo sorprendido, atónito cuando se abre ante mis ojos un amanecer salpicado de bellos y caprichosos colores, rojos intensos, amarillos pálidos, anaranjados imposibles, azules celestes…, que inundan todos mis sentidos, me sobrecogen el alma y me colman de paz, de sutiles y antojadas formas que adoptan las nubes de algodón flotando en la inmensidad, o del sol radiante que a través de sus rayos de un cielo azul despejado, limpian y purifican mi mente, mi espíritu y mi corazón, y me llenan de inspiración, de compasión y de amor eterno. O... cuando cae con fuerza la lluvia sobre el parabrisas, me recuerda que somos un ciclo, y que un día volveremos al vientre de nuestra madre. Después, doy gracias a Dios y le felicito por la maravillosa obra de arte que ha dibujado para el deleite de mis sentidos… siempre se supera.
Una idea que muchos llevamos a la práctica, aunque no pueda ser con la frecuencia que nos gustaría, es pasar algunos momentos en un espacio natural, lo más alejados posible del mundanal ruido, de la contaminación acústica y ambiental, oyendo el murmullo de un arroyo, escuchando el canto de los pájaros, respirando el aire puro y fresco, embriagándonos con la sutil fragancia de las flores y plantas aromáticas, observando y escuchando, pero en silencio, llenándonos de pura y energia vital.
Os aseguro que si hiciéramos esto con una mayor frecuencia, nos ayudaría a conectar con nuestro yo interior, y a redescubrir y reconocer de manera natural nuestra mágica y preciada naturaleza que nos conecta a todos los seres vivos de la tierra con la conciencia universal, desaparecerían de un plumazo todos los juicios y prejuicios, todos los complejos y deformaciones del alma, la vanidad y el ego, pasarían a formar parte de nuestra historia pasada, y en su lugar aparecerían tomando fuerza y protagonismo el amor y la compasión, verdaderos ejes de una vida en equilibrio, en paz y armonía.
Respira sosegadamente, que tu ser se impregne de estas cualidades, serénate y limítate a observar en silencio tanta maravilla a tu alrededor de la madre naturaleza.
Un Abrazo y Luz para el Camino
Un Abrazo y Luz para el Camino
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