El llamado hombre de hoy en día, vive sumido en tensiones y estados de excitación de todo tipo que le generan un desequilibrio constante consigo mismo y con los demás. Gran parte del día se halla envuelto en diferentes preocupaciones, derivado de su ritmo habitual de vida y sus muchas responsabilidades.
Su preocupación por solventar los diversos problemas cotidianos le llevan a mantener un estado desarmónico, generador de nerviosismo, estrés y nuevas tensiones que le crean serios trastornos de salud. Ya lo OMS (Organización Mundial de la Salud) afirma que”el 80% de las dolencias y enfermedades del hombre civilizado de hoy son de origen PSICOSOMATICO”.
Muchos médicos comienzan a hablar de las enfermedades de la civilización, al ser provocadas por el modo de vida moderno. A ello se suma el ruido y contaminación de las ciudades y el poco contacto que el hombre actual mantiene con la Naturaleza.
La realidad nos lleva a observar que, a pesar de; "Tantos adelantos en medicina o los nuevos descubrimientos científicos, tecnológicos y farmacológicos", en este nuevo milenio los trastornos psicosomáticos siguen creciendo, haciendo que dolencias tan alarmantes como el estrés y sus consecuencias, la depresión, la angustia, la ansiedad, el insomnio o los desequilibrios nerviosos y emocionales, llevan a la humanidad a un preocupante estado de sufrimiento y enfermedad. Esto es algo que nos debe preocupar y comprometer a todos en su pronta solución.
Urgencia de la Autoestima
A lo ya comentado hay que sumar los traumas y fobias que arrastramos desde la infancia, surgidos generalmente por falta de cariño, afectividad y una educación moral y psicológica inadecuada.
De adultos seguimos el juego del subconsciente, que nosotros mismos alimentamos, generando múltiples desequilibrios en la mente y el alma por falta de la necesaria autoestima.
“No puedes esperar amor o respeto de los demás si no te amas ni te respetas primero a ti mismo”
La mayoría de los sufrimientos, enfermedades y fracasos en toda relación humana que experimentamos en la vida, “los generamos nosotros mismos” por una negativa manera de pensar y de sentir, una pésima autoimagen, la falta de afectividad y de autoestima, por rebelarnos ante las dificultades y adversidades de la vida, por el desconocimiento de su verdadera transcendencia y por las imperfecciones del carácter y la personalidad.
Es por ello que coincidiendo con la máxima hipocrática “no hay enfermedades sólo hay enfermos”, afirmo que aunque hay que tratar los síntomas, debemos eliminar las causas que los producen. Y éstas casi siempre están en la mente, el alma o el desequilibrio energético del enfermo, derivado de su estado desarmonizante.
Si te encuentras en alguna de las situaciones citadas, querido amigo, ¡no te desanimes¡ ¡claro que hay soluciones¡ pero con un ligero matiz “La solución no vendrá de fuera…. Se encuentra dentro de ti”… Y qué maravilloso es que así sea Porque mejorar ¡solo depende de ti mismo!… Reset... y empieza una nueva vida.
Un Abrazo Y Luz para el Camino
2 comentarios:
Hoy en el mundo hay una escasees de autoestima, es que, nadie se quiere en realidad y aquello no da cariño al mundo.
Besitos
Así es Alexandra, tenemos un equivocado concepto de nuestra realidad esencial, pensamos que el amor es una moneda de cambio, cuando debería ser más bien, un sentimiento y forma de vida llevado a todas nuestras experiencias.
Gracias por tu Comentario Un besito y Luz para el Camino
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