No me Eclipses... Gracias, dejame Ser

Te pueden obligar a beber...

pero no te pueden obligar a que tengas sed.

Te pueden obligar a comer...

pero no te pueden obligar a que tengas hambre.

Te pueden obligar a dormir...

pero no te pueden obligar a que tengas sueño.

"Cada vez que impones tus ideas por la fuerza a los otros para que se haga tu voluntad, estas doblegando, sometiendo, mermando y vejando un principio inexorable en el ser humano; la capacidad de decidir libremente por uno mismo, principio y pilar esencial de la conquista de la voluntad"

La próxima vez que quieras imponer por la fuerza tus ideas, tus constumbres, tus decisiones, o lo que has aprendido, o han sido como un principio o verdad incuestionable insertadas en tu cerebro, por las decisiones voluntades o caprichos de otros, que ahora has hecho mecanicamente, sin analizar el impacto que esto ocasiona en los demás como excelentes ideas propias, piensa lo siguiente;

Doblegar la voluntad del otro a la fuerza, tiene dos impactos potencialmente negativos;

A tí no te hace mejor persona, pero al otro le hace tomar el camino equivocado de la incongruencia que tu le has enseñado, y esto se convierte en una cadena sin fín, haciendo que desde niños, aprendamos a imponer a la fuerza en los demás nuestra voluntad que contiene información valida, pero también altos grados de insensatez y malicia perniciosa que somete y embrutece al ser humano, alejandolo de su naturaleza esencial, que consiste en el epícentro de su valor, la conquista de uno mismo por la propía voluntad.

"Nadie ha conseguido jamás, el amor de otra persona por la imposición o la fuerza, y el amor fraternal y en su mayor exponente el respeto de la voluntad del otro, es sinónimo de éxito universal"

Un Abrazo y Luz para el Camino